No encuentro suficientes palabras para primero agradecer a Dios y a la abogada Katherine por tanta ayuda que me dio en mi caso. Yo estuve preso y ella me ayudó a ganar mi caso de asilo aunque ya había sido deportado antes. Ella ganó mi caso y hoy me encuentro libre junto a mi familia sin miedo que me deporten y tengo permiso de trabajo. Gracias gracias abogada Katherine Dios la bendiga.