En un movimiento que busca redefinir radicalmente la protección humanitaria a escala global, la administración del presidente Trump se prepara para lanzar una iniciativa sin precedentes en el seno de las Naciones Unidas. El objetivo: desmantelar el sistema de asilo posterior a la Segunda Guerra Mundial y reemplazarlo con un marco restrictivo que priorice los intereses nacionales sobre la protección internacional.