El presidente Trump busca imponer sanciones económicas drásticas a los migrantes que no acaten las órdenes de deportación. Su administración planea multar con 998 dólares diarios a quienes no abandonen el país, una medida que podría generar deudas superiores al millón de dólares por persona. Trump insiste en que es una medida necesaria para "hacer cumplir la ley". Una cosa es clara: si se implementa, esta política marcará un nuevo récord en sanciones migratorias y podría cambiar radicalmente la vida de cientos de miles de familias.